Interior del estudio de CREA 13 / Crédito: Claudia Quade Frau
En el año 2000 nació CREA, un proyecto de academia de arte
que terminó por constituirse también en un Estudio Compartido de
Artistas Plásticos en la ciudad de Sevilla. Después de trece años, CREA
se reinventa en CREA 13, dando un paso más allá en el fomento y la
divulgación de la cultura compartida.
Hace trece años, un artista con grandes ambiciones en el campo de la
pedagogía artística decidió coger la sartén por el mango y comenzar su
propio proyecto. Así surgió
CREA, una plataforma que nació como
Academia de Dibujo, Pintura y Escultura
y de la que manaron proyectos como la Revista Activarte, El Siamés
Independiente o Rojo Bossar. Además, la plataforma funciona como
Estudio Compartido de una serie de artistas plásticos que
hallan en CREA el espacio para dar rienda suelta a su labor creativa.
Desde 2006, el “cuartel general” de CREA se encuentra cerca de
Puerta Osario, en la calle
Muro de los Navarros.
Aunque CREA nació teóricamente como una academia, no tardó en convertirse en todo
un proyecto de vida para Antonio García Villarán,
su director, que cree firmemente que hay maneras alternativas de
enseñar el arte. García Villarán también ha sido alumno, y asegura que a
través de la asimilación de los métodos de enseñanza que una vez
emplearon con él ha acabado fabricando su propio método. Gracias a cómo
le han enseñado, él ha aprendido a enseñar,
haciendo justamente todo lo contrario.
Esa “docencia renovada” fue el núcleo de su tesis doctoral y la vía a
través de la cual ha venido desarrollando su labor pedagógica en
diversos escenarios -escuelas taller, escuelas de verano, instituciones
como el Centro Penitenciario de Sevilla II e incluso en la Facultad de
Bellas Artes de la Universidad de Sevilla- y que sigue desarrollando en
CREA.
Cuando un alumno llega a CREA, lo primero que se le pregunta es
qué quiere hacer.
A partir de ahí, los profesores tratan de mostrarle el mejor camino
para alcanzar su meta, que no es otra que la que ellos mismos se marcan.
En CREA no existe un único tipo de alumno. A la academia acuden
personas de todas las edades,
rompiendo así con la dinámica tradicional en la que los alumnos se
agrupan siguiendo este criterio. Las clases en CREA son heterogéneas y
en ellas confluye todo tipo de gente, “como sucede en la propia vida”,
argumenta García Villarán.
Rocío Acosta, alumna de
CREA, confiesa que nunca antes una academia le ayudó a avanzar en el
dibujo y la pintura como lo está haciendo ahora. Además, asegura que
CREA también ha colaborado a
despertar su curiosidad hacia nuevas disciplinas, como la poesía. Y es que García Villarán está también al mando de la editorial
El Cangrejo Pistolero Ediciones,
que tiene su sede en CREA. Se convierte así en un espacio para la unión
entre diferentes manifestaciones artísticas que tienen más en común de
lo que muchos creen.
Coincidiendo con el decimotercer aniversario de su creación, CREA
se ha renovado y reconvertido en CREA 13. Pese
a que el número trece se asocia a la mala suerte, García Villarán
enfrenta con optimismo el reto de engrosar su gran proyecto precisamente
en un año del que solo se aventuran malos augurios. De esta forma y
plantando cara a la superstición
despega CREA 13, y pareciera que agregar tal número al nombre del
proyecto fuese algún tipo de desafío, de declaración firme de
intenciones.
Talleres
Paralelamente al desarrollo de la academia y del Estudio Compartido, CREA 13 ha decidido
impulsar una serie de talleres
que terminan de completar la labor divulgativa y creadora del
proyecto. Para ello García Villarán ha contado con un grupo de
compañeros y profesionales de distintas disciplinas a los que ha
propuesto la idea de impartir un taller, y a los que dejó encargada la
tarea de diseñar el contenido de los mismos. Así, en febrero se
impartirán los talleres de
Creatividad, Arte y (Video)Juego, a cargo de
Flavio Escribano, y un taller
Intensivo de Performance y Arte de Acción que impartirá
Rubén Barroso. En marzo, CREA acogerá el
Taller Intensivo de Libros de Artista: Concepto y Fabricación, impartido por el propio García Villarán, un nuevo taller de performance a cargo de
Gracia Iglesias Lodares y los de
Absurdo y
Poesía Visual, a cargo de
Arturo Comas y
Claudia Quade Frau, respectivamente.
Claudia Quade Frau asegura que su taller de Poesía Visual irá encaminado a la
redefinición del término,
que parece haberse quedado anticuado. Los asistentes al taller podrán
llevar el género a su propio terreno, independientemente de que sean
artistas plásticos o escritores o tengan interés en cualquier otra
parcela del arte. Es una
apuesta por la multidisciplinariedad que persigue el objetivo de pasárselo bien por encima de todo.

Por su parte,
Arturo Comas se meterá de lleno en el terreno del “
absurdo como filosofía de vida“, con una aplicación experimental al arte y más concretamente a la fotografía del absurdo, como la que realiza el artista
Erwin Wurm. Comas opina que el absurdo posee un
fuerte poder de atracción, y un ejemplo de ello podemos verlo de forma muy clara en la publicidad. Asegura que su taller va más encaminado al
desaprender que al aprender: tratará de
poner en duda los pilares en los que el arte se asienta, que rara vez son cuestionados.
Fuente: Entrevistas.
ARTEMERGENTE. Irene Bebop.